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Construida sobre los restos de una antigua
planta textil familiar en esta pequeña ciudad rodeada de campos, una fábrica de
punta de semiconductores ha empezado a operar aquí, unos 130 kilómetros al sur
de Buenos Aires.
La planta tiene capacidad para producir
tarjetas GSM para teléfonos celulares, tarjetas inteligentes para el transporte
público y microchips para tarjetas de crédito de Visa y MasterCard
MA +1.56%
.
La nanotecnología, que implica la
manipulación de la materia, como microchips, en dimensiones tan pequeñas que se
miden en milmillonésimas de metro, no está muy desarrollada en Argentina. Sin
embargo, Matías Gainza Eurnekian, un
empresario de 28 años, persuadió a su tío multimillonario para que invirtiera
US$1.200 millones para tratar de cambiar eso.
Eduardo
Eurnekian, de 80 años, siempre ha
tenido muy buen ojo para detectar nuevas tendencias. De joven, empezó en el
negocio textil pero luego viajó a Estados Unidos, donde vio el crecimiento de
las compañías de medios. Cuando regresó a Argentina, compró Cablevisión SA, una
compañía de TV por cable, que luego vendió por US$670 millones. Para 1998,
había forjado un imperio mediático de cerca de US$1.000 millones.
Así que, en mayo de 2012, cuando los dos se
reunieron para hablar sobre futuros proyectos, el veterano magnate vio una gran
oportunidad en la nanotecnología y no dudó en apostar por la idea de su
sobrino. “Ese día empecé a trabajar en esto y desde entonces no he dormido”,
dijo Gainza Eurnekian.
Para febrero, el holding de la familia, Corporación América, ya había
construido una planta de vanguardia de semiconductores. La planta importa las
obleas de silicio que utiliza para fabricar sus semiconductores, pero para
fines de 2014 también planea producirlas, lo que la convertiría en la primera
fábrica integrada de semiconductores de este tipo en toda América Latina, según
los Eurnekian, y les daría una
ventaja en ventas y distribución en la región.
“Fue una gran apuesta”, señaló el joven
empresario. “Dada la velocidad a la que cambia la tecnología, tuvimos que
construir la fábrica en 10 meses para que el modelo de negocios tuviera
sentido”.